lunes, 11 de octubre de 2010

MORTANDAD DE PECES R. Uruguay informe CARU 2010


CARU – 8 de octubre 2010
De acuerdo con lo establecido en el Digesto sobre el Uso y Aprovechamiento del “Río
Uruguay”, cuando se verifican mortandades masivas de peces en el río, la C.A.R.U.
debe coordinar actividades tendientes a establecer la magnitud y las causas del
episodio.
 Cumpliendo con dicho cometido, se informa que durante el presente invierno (julio,
agosto y setiembre) se han denunciado varios casos de mortandades de peces en
diferentes localidades en el Río Uruguay, que involucraron a ejemplares de varias
especies (Armado chancho, Armado Marieta, Bagre amarillo Bagre blanco, Bagre
cucharón, Boga, Chafalote, Dientudo, Dorado, Manduví, Mojarra, Piraña, Sábalo,
Salmón criollo, Señorita, Surubí, Tararira, Patí, Vieja de agua.), con predominio de
peces juveniles. 
 Las denuncias recibidas de eventos de mortandad, en los cuales se han tomado
muestras tanto del agua como de los peces, según fecha, localidad y magnitud del
evento son: 

Todos estos episodios han sido registrados en el marco del programa permanente de
diagnóstico de mortandades de peces, que C.A.R.U. desarrolla en cooperación con las
Prefecturas Navales de Argentina y Uruguay y con los Organismos competentes en la
materia de ambos Países. 
 Según los informes sobre análisis morfológico de los peces muestreados, no se
observaron alteraciones patológicas en los órganos de los peces que correspondieran
a procesos infecto-contagiosos y los peces en general estaban en buen estado.
Adicionalmente se observó -en casi todos los casos- que el tubo digestivo estaba
vacío y la vesícula biliar llena, lo cual haría referencia a varios días de ayuno. 
La amplia extensión y simultaneidad del fenómeno permiten excluir a priori causas de
efectos localizados, como eventos de contaminación, o de propagación progresiva,
como las enfermedades infecciosas. Quedan entonces como posibles causas los
cambios ambientales en gran escala. En este caso las mortandades coincidieron con
una ola de frío, con temperaturas excepcionalmente bajas, que abarcó toda el área
afectada.
 En base a lo expuesto y al hecho de que los eventos de mortandad ocurrieron en
puntos distanciados entre si distribuidos a lo largo de todo el tramo del río y con
bastante coincidencia en el tiempo, se puede concluir que las bajas temperaturas
reinantes durante gran parte del período  mencionado junto con la presencia de
juveniles en áreas costeras, las que generalmente son más someras y donde las
temperaturas resultan más extremas, podrían haber sido nuevamente la razón para
desencadenar estos sucesos de mortandad, de modo semejante a como ya ocurriera
en el invierno del 2007. Por debajo de umbrales que varían según las especies y las
circunstancias, el frío tiene efectos letales directos o indirectos sobre los peces.
 Para los peces, la principal causa fisiológica de la muerte directa por frío es la
incapacidad de mantener la homeostasis (condición de equilibrio) a niveles celular y
orgánico.  Además de sus efectos letales directos, e inmediatos, la temperatura es uno
de los factores que más influye en el sistema inmune de los animales poiquilotermos
(los que no regulan la temperatura corporal). Si bien los peces pueden vivir en un
amplio rango de temperaturas, consideradas fisiológicas, los mecanismos inmunes no
funcionan igual en todas ellas. Las temperaturas óptimas para cada especie son en
general las más altas dentro de las fisiológicas, o las temperaturas de verano dentro
del habitat natural de la especie (Ruiz et al., 2003).
Se estima que en especies de aguas cálidas la respuesta inmunológica está
severamente comprometida a temperaturas por debajo de 12 ºC a 14 ºC (Ellis, 1981;
Bly y Clem, 1992). Las mortandades se producen, en este caso, como consecuencia
de infecciones bacterianas, virales y/o fúngicas, posibilitadas por la baja de las
defensas.
 Complementando lo anterior, se informa que los datos de temperatura del agua
obtenidos a través de los registros de los sensores que la CARU tiene instalados a lo
largo del río, muestran que éstas alcanzaron el rango de letalidad directa de varias
especies y, sin dudas, estuvieron en niveles que afectaron seriamente la respuesta
inmunológica, lo que explica la abundancia de peces muertos con evidencias de
enfermedades bacterianas y ataque de hongos. Asimismo, la Comisión cuenta con
mapas de temperatura superficial del agua del Río Uruguay generados por medio de
imágenes satelitales (trabajo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de
Argentina) que confirman valores por debajo de los 12° C, el día 10 de agosto de
2010. 
Firma Ing Alejandro Arcelus Secretario Técnico

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