lunes, 22 de agosto de 2011

MINERIA donde terminan los minerales extraidos?

Los minerales comunes en la vida diaria
RICARDO N. ALONSO, Doctor en Ciencias Geológicas (UNSa-Conicet)
Resulta imposible ponderar la cantidad de minerales que utilizamos en la vida diaria. Y no estamos hablando de los metales preciosos (oro, plata, platino); ferrosos (hierro, níquel, cromo); no ferrosos (cobre, plomo, zinc, estaño, antimonio); nucleares (uranio, torio) o rocas de aplicación (mármoles, granitos). Nos vamos a referir aquí a los llamados “minerales industriales”, mayormente los no metálicos que incluyen un centenar de especies útiles para distintos usos cotidianos. 
La baritina, por ejemplo, es un sulfato de bario. Su principal característica, además de ser una fuente de bario, es el alto peso específico. Los principales yacimientos de la Argentina están en el norte del país (Salta y Jujuy), en vetas asociadas a minerales de plomo y también en la provincia de Neuquén como capas evaporíticas de origen marino, en este caso asociadas al sulfato de estroncio (celestina). Sus usos son múltiples, pero el más importante es en los lodos de perforación de pozos petroleros y gasíferos.
También se usa para hacer los papeles pesados tipo ilustración para libros, para darle carga a las pinturas, como pigmento blanco y en medicina, en los jarabes pesados que se ingieren para obtener placas radiográficas del aparato gastrointestinal. Los boratos son un grupo de minerales de sodio, calcio o magnesio. Algunos son solubles en agua, como el bórax, y otros lo son en ácidos. Los principales yacimientos del país están en la Puna argentina, donde yacen como capas de origen evaporítico en terrenos neógenos o cuaternarios. Los minerales de mena son, además del bórax, la ulexita o borato común, colemanita, hidroboracita e inyoita. 
Sus usos son muy diversos y van desde los vidrios especiales para hornos de cocina (Pyrex), parabrisas, ópticas y lunetas de automóviles, pasando por todo tipo de vidriado o esmaltado de cerámicas (vajilla, sanitarios, azulejos, etc.), hasta detergentes, jabones, fibras de vidrio, micronutrientes para el agro, ácidos bórico técnicos, farmacéuticos o nucleares, octoboratos, perboratos, a través de más de 1.500 usos o aplicaciones. En farmacia se lo usa para las gotitas de los ojos (oftalmológicas), talcos para pies y en enjuagues bucales. 
Todos los boratos son reconocidos fundentes que bajan el punto de fusión de los metales. Un uso interesante es el de la hidroboracita, que se utiliza como fundente para separar las menas de hierro y titanio, provenientes de las arenas de magnetita y minerales titaníferos de playas marinas (en la Argentina, en la costa atlántica bonaerense de la bahía de San Borombón y aledaños).
El titanio se usa para aleaciones de aceros livianos para la industria aeroespacial, mallas de reloj, clavos para unir huesos, pigmento blanco, curtiembres, etc. También se usan el boro o los boratos para fabricar sustancias casi tan duras como el diamante (carburos de boro), telas especiales de chalecos antibalas, blindaje de tanques de guerra, combustibles espaciales, etc. El yeso (sulfato de calcio hidratado) es otro mineral abundante. Se trata de un material blando y blanco, que aparece en capas de origen evaporítico (viejos lagos o mares secos).
Es muy común en muchas formaciones del país, sobre todo de Edad Terciaria (Mioceno), en el Noroeste argentino y de origen marino en Mendoza y Neuquén. Lo primero que viene a la mente sobre su uso es el yeso utilizado para inmovilizar las quebraduras de huesos de piernas o brazos. También el que se usa en construcción para la terminación de paredes o apliques.
 La variedad alabastro, en la realización de obras de arte. Sin embargo, los usos más importantes corresponden a la fabricación del cemento, donde se consumen decenas de miles de toneladas, y en el agro, para la mejora o corrección de suelos con problemas. Un uso moderno muy importante es la fabricación de paneles de construcción realizados por numerosas capas prensadas tipo “emparedados” de yeso y cartón, con los cuales se fabrican paredes divisorias en edificios. Tienen la ventaja de ser livianos, ignífugos, térmicos, con un buen acabado y rápida colocación. 
En Estados Unidos se fabrican casas completas en un par de días utilizando estos mecanos de paneles de yeso tipo Durlock. El azufre es otro de los minerales comunes. Los principales yacimientos ocurren en los altos volcanes cordilleranos donde los gases sulfurosos precipitaron el mineral por sublimación, esto es, el paso directo de gas a sólido.
La mina Julia, del establecimiento azufrero La Casualidad, en Salta, fue el yacimiento más importante del país. Lo necesitamos cuando se presenta un tortícolis y hay que pasar por el cuello la “barrita de azufre”. Tiene muchos usos en medicina (talcos, cremas, etc.). Su principal uso se da en la fabricación del ácido sulfúrico, con el cual se preparan decenas de otros químicos. También en la pólvora negra, para el agregado en los suelos, en la cura de las vides, detergentes, pigmentos, explosivos, etc. 
El azufre biogénico, precipitado por bacterias, tiene gran valor en el mundo moderno para los cultivos orgánicos o ecológicos. La halita, sal común o cloruro de sodio, es uno de los minerales más comunes y el único comestible. El país tiene numerosas salinas continentales en la Patagonia, la Pampa, salinas del Bebedero (San Luis), las Salinas Grandes de Córdoba y Santiago del Estero y todos los salares de la Puna.
 También se encuentra en grandes espesores de capas marinas, principalmente en Mendoza y Neuquén, formadas en todos los casos por evaporación. Junto con la sal o halita, en las capas marinas de la cuenca del río Colorado, se encuentran a 1.200 m de profundidad, importantes espesores de sales potásicas (silvita) y potásico-magnesianas (carnalita). La silvita es fuente de potasio, elemento indispensable para fertilizantes, ya que, junto con el nitrógeno y el fósforo, forman el triángulo de los N-P-K. La sal común tiene muchos usos, además del culinario, como es la fabricación del ácido clorhídrico, el descongelamiento de rutas, la conservación de carnes o cueros, la fabricación de PVC, entre varios más.
El caolín es otro mineral de gran uso. Este se forma por la alteración de rocas ricas en feldespatos. Hay grandes yacimientos en la China y por eso también se lo conoce como “China clay” (arcilla china) y su uso es famoso en las porcelanas y otras cerámicas. También se lo utiliza como carga en la elaboración del chocolate, en la fabricación del papel satinado, mezclado con pectina como antidiarreico, en el caucho, talcos, pinturas, etc. Las zeolitas se utilizan como intercambiadores iónicos y de allí su valor en el ablandamiento de las aguas (natrolita). También se utiliza en el proceso de refinación del petróleo (estilbita). 
Un uso interesante es para la fabricación de los geles de sílice, que absorben la humedad ambiente y son muy útiles en los lugares donde se guardan computadoras (estuches), medicamentos y otros objetos que puedan alterarse por la humedad. Estos son unos de los poquísimos ejemplos del amplio universo del uso de los minerales en la industria moderna y en la vida cotidiana. Aunque nos los veamos los minerales siempre están, tal vez por aquello de que “lo esencial es invisible a los ojos”.
Tomado de El Tribuno de Salta

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