lunes, 19 de septiembre de 2011

PANELES DE RESIDUOS DE ALGODON para construccion

 Inédito proyecto desarrollado en la UTN Santa Fe
Crean paneles para viviendas usando el desecho de algodón
Ingenieros de esa Facultad desarrollan, experimentalmente, paneles y bloques utilizando la cascarilla que queda tras el desmote del algodón. Los materiales podrían utilizarse en la construccion.
 En un original proyecto que integra el conocimiento aplicado con una propuesta de producción alternativa, investigadores de la UTN Santa Fe desarrollan materiales para la construcción utilizando un curioso desecho que en ocasiones se vuelve un peligro sanitario y ambiental: la cascarilla residual que queda tras el desmote de las cosechas de algodón. Aún está en fase experimental, pero de superar las pruebas de rigor, la idea podría materializarse, lanzarse al mercado y tener una aplicación concreta en el rubro de la construcción.
 La iniciativa fue presentada días atrás en un congreso internacional realizado en Buenos Aires (ver aparte) y cuenta con el apoyo no sólo de la facultad regional, sino también de la Secretaría de Estado de Ciencia y Tecnología de la Provincia (Sectei). Es llevado adelante por ingenieros del Centro de Investigación y Desarrollo para la Construcción y la Vivienda (Cecovi), y becarios sumados al trabajo.
 Tras el desmote de algodón queda como desecho la cascarilla: palos, hojas, semillas y fibras de muy baja calidad. “Nosotros tomamos ese desecho y lo aglomeramos, es decir, lo mezclamos con un aglomerante que nos posibilita hacer una masa con buena cohesión y darle una determinada forma. De ahí surgen los paneles, placas y hasta bloques”, contó a El Litoral la Ing. María Fernanda Carrasco (Cecovi), que integra el equipo de trabajo.
 En las zonas de producción algodonera (Santiago del Estero y Chaco), la cascarilla representa el 13 % del algodón que se cosecha. Es un desecho que ocupa mucho espacio, y de ese volumen se usa muy poco (apenas para algunas ladrillerías artesanales, y en ocasiones se mezcla con alimento para animales). “Hemos sabido de quemas de cascarilla no controladas, con emisiones peligrosas. Además, se incendia muy fácilmente: los fuegos en los acopios de cascarilla son bastante frecuentes y difíciles de apagar. Es un desecho propicio para que aniden plagas (como vinchucas), alimañas y roedores, con lo cual genera un problema ambiental y sanitario grave”, dijo la especialista.
 Ante esto, la iniciativa de los ingenieros pretende utilizar un desecho y convertirlo en un insumo alternativo para la industria de la construcción, contribuyendo a dar respuesta a los problemas que genera la cascarilla en los acopios algodoneros.
Tomado de El Litoral de Santa Fe

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