domingo, 30 de junio de 2013

ENERGÍA EN URUGUAY en 20|6 podría exportar

Ramón Méndez: “Uruguay va a ser exportador neto de energía eléctrica en 2016”
El avance de las fuentes renovables sepultó definitivamente la discusión nuclear
 Álvaro Irigoitía El desarrollo energético uruguayo en los próximos años permitirá reducir la salida de divisas, bajar los costos de generación y reducir su volatilidad. Pero además, si se logran avances concretos en la exploración petrolera y gasífera, Uruguay se convertirá en uno de los “felices” exportadores netos de energía. Además, los avances alcanzados en la generación de fuentes renovables permitirán sepultar definitivamente la discusión sobre la energía nuclear, dice el director de Energía, Ramón Méndez.
¿Se puede decir que estamos asistiendo a una revolución en el sector energético?
No lo decimos nosotros, lo acaba de decir el secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Victorio Oxilia), y lo dijo uno de los directores de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Hugo Lucas), ambos estuvieron en Uruguay en un seminario, y dijeron a quien quisiera oír que Uruguay estaba viviendo una revolución energética. Señalaron que Uruguay es el país modélico hoy día. Que no hay que mirar a Europa, no hay que mirar a otros lugares, claramente es la referencia en relación con planificación energética, a decisiones tomadas con fundamentos técnicos, y al éxito para la apropiación en base a energías renovables y para la introducción de energéticos autóctonos.
Ahora, se le llame revolución o se le llame como se le llame, está claro que es un cambio profundo y dramático de la situación energética del país. Porque de pasar de depender fuertemente –y con el impacto que tenía sobre la macroeconomía nacional– de la enorme cantidad de divisas que se giraban al exterior para apropiarnos de energía, pasamos a una matriz que está siendo más soberana, que va a permitir cuando termine la transformación la reducción de costos, la disminución de las vulnerabilidades climáticas y, sobre todo, que aventa toda posibilidad de que no haya energías para el futuro.
¿Cómo se va a dar la disminución de los costos y en qué horizonte de tiempo?
Hay dos elementos que hay que tener en cuenta porque son bien importantes. La energía sube en todos los países. El costo energético en el mundo sube. Entonces, si se lograra frenar ese incremento, ya sería un éxito notable. Pero además, lo que se va a dar en particular en el sector eléctrico, es una disminución del orden de 30% del costo de generación con toda la transfomación. No se puede decir que va a ser por la regasificadora, ni la eólica ni la biomasa. Es el conjunto, que va a implicar una reducción del orden de 30% del costo medio de generación, y una disminución de 70% de la variabilidad del costo en función del clima. Eso se va a dar a partir del 2016.
¿Esta caída de costo se va a trasladar directamente a tarifas?
Esta caída de costos, en el momento en que la empresa eléctrica UTE es una empresa estatal, que no tiene accionistas que se pueden llevar los beneficios para su casa, a lo único que puede ir es a la reducción de las tarifas. Esto no quiere decir que las tarifas vayan a disminuir 30%. Eso es lo que se disminuye el costo de generación.
Si se tiene éxito en la búsqueda de petróleo y gas, ¿Uruguay logrará la independencia energética?
 Sin duda. No hay ninguna duda de eso. Si llegamos a encontrar petróleo en nuestro país, Uruguay se convierte en un país absolutamente autónomo energéticamente. La pregunta que tenemos que empezar a hacernos ahora y que nos estamos haciendo nosotros, es, en el caso de que encontremos petróleo, qué vamos a hacer con ese petróleo. Creo que sería un grave error cortar nuestro camino por las energías renovables. Si tenemos pretróleo usémoslo para lo imprescindible en el país que es el transporte, y exportémoslo. Y aprovechemos este momento de bonanza de los felices poseedores de pozos de petróleo en el mundo para cambiar toda la matriz social y cambiar al país por los ingresos de divisas que va a tener, y utilizar adecuadamente eso. Creo que sería un error hacer, como hacen muchos países petroleros que regalan entre comillas el petróleo en el país, (donde) llenar un tanque de nafta vale como un bidón de cinco litros de agua. Eso genera una distorsión en los precios que hace que el país se pierda el ingreso de divisas.
¿En qué plazo se podría ser exportador neto de energía?
Exportador neto de energía eléctrica, Uruguay lo va a ser a partir de 2016. Vamos a exportar a Brasil o a Argentina con la regasificadora y con la energía eólica. La matriz eléctrica que vamos a tener va a ser una matriz con excedente de energía, y va a poder colocar esos excedentes en otros mercados a partir de la línea de interconexión con Brasil que hace que tengamos dos mercados para nuestros excedentes. Como exportador de otro tipo de energía, en particular de gas natural y petróleo, dependerá de que encontremos gas natural o petróleo. ¿Cuándo se daría eso? No hay que esperar menos de siete u ocho años si encontramos gas o petróleo que sea comercialmente explotable.
¿Cuáles son los próximos desafíos para la generación energética?
También se lo preguntaron el otro día a Hugo Lucas, el director de Irena. Le preguntaron qué le falta a Uruguay. Y decía, básicamente nada, que las cosas ocurran, eso es lo que falta. No estamos visualizando algún elemento nuevo para agregar. Lo último que se incorpora ahora es el comienzo de la curva de aprendizaje de la fotovoltaica. Lo que se precisa es que todas estas cosas ocurran.
¿Esto implica dejar de lado definitivamente la discusión nuclear?
Bueno, parece bastante claro. Por dos razones. Por un lado, cuando se inicia la discusión en 2007-2008, todo esto no estaba. Y no había una política a 20 años acordada con los partidos políticos. No sabíamos que podíamos ser tan exitosos en la producción de energías renovables a precios tan competitivos. O sea que la foto cambió. En segundo lugar, ocurrió Fukushima. Y hay dos cosas importantes. Primero, de los cincuenta y pico países del mundo que estaban analizando la opción nuclear, quedaron dos o tres nada más y no han tomado decisión. Países que eran nucleares están retirando la energía nuclear, como Alemania y muchos otros. Pero otra consecuencia fue que, desde la percepción de los inversores, la energía nuclear dejó de ser atractiva. Es un alto riesgo, porque más allá de que en Fukushima no haya habido muertos, que es verdad, se inutilizaron cuatro reactores que valían US$ 20.000 millones.
Y una ciudad.
Y una ciudad. Así que se perdieron decenas de millones de dólares. Alguien se hace cargo de eso. Hoy no hay costo de energía nuclear. Lo que sí está claro es que está muy por encima de lo que podemos conseguir en Uruguay con energías renovables.
Tomado de el observador de Uruguay

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