domingo, 27 de octubre de 2013

MEJORAR EMPLEO un desafió en América Latina Y el Caribe

Mejores empleos para los pobres: rompiendo el ciclo de “amigos y familia”
Posteado por Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el 25-10-2013
Si usted es pobre en América Latina y el Caribe, por favor, no busque contactos o recomendaciones para encontrar un trabajo exclusivamente entre sus amigos y familiares! Como explicamos en un post anterior, un trabajador pobre que busca empleo entre sus propios contactos (también con escasos recursos), sólo van a encontrar, por lo general, trabajos malos e informales. Un “círculo vicioso” que mantiene a la población más pobre atrapada en un abanico de empleos de baja calidad.
Al buscar entre familiares y amigos, solo encontrarán trabajos malos e informales. / Gentileza, BID
Por Jacqueline Mazza
Esto subraya lo importante que es ofrecer a esa población más vulnerable métodos más “formales” de búsqueda de empleo si realmente queremos mejorar sus posibilidades de encontrar un empleo de calidad. Los métodos formales se centran básicamente en los servicios explícitos –servicios de empleo o los llamados servicios de intermediación. Lugares a los que puedes ir presencialmente, llamar o acceder a ellos a través de internet. Las prestaciones básicas de estos servicios incluyen un sistema de búsqueda de trabajo (una bolsa de trabajo, que case las ofertas de empleo con los buscadores) y un sistema de apoyo a la búsqueda de empleo (por ejemplo, orientaciones sobre la forma de vestir, cómo preparar la entrevista, cómo presentar sus capacidades y habilidades, etc.)
Pero en el Banco Interamericano de Desarrollo estamos comprobando que los servicios de empleo públicos y privados de América Latina y el Caribe han innovado en aspectos muy importantes –y frecuentemente, de manera coordinada. Los Servicios de Empleo están ampliando la gama y el tipo de servicios que ofrecen (información sobre el mercado de trabajo, capacitación, servicios sociales, desarrollo profesional, migración, etc.) y están trabajando más de cerca con los empleadores (véase Mazza, 2013, los casos de México, Brasil, Honduras, entre otros). Las viejas oficinas trasnochadas se están modernizando para ofrecer servicios informatizados y una mejor información sobre la situación del mercado laboral. Se están transformando en “mediadores” que integran programas –a menudo muy dispares– de formación, asistencia social y otros servicios. Y por tanto están adoptando un aspecto distinto a lo que vemos en los países desarrollados.
La primera fase de esta evolución es que los países han “rediseñado” sus servicios públicos de empleo con un planteamiento más moderno, creando nuevas relaciones con empleadores (por ejemplo, en República Dominicana o en Honduras). Pero muchos países de la región ya se encuentran en una segunda fase, con la que mejoran drásticamente la cobertura, la eficiencia y los servicios ofrecidos (por ejemplo, en México y Chile). Y ahora ya estamos entreviendo una fase futura, lo que podríamos llamar una tercera fase de desarrollo en la intermediación laboral, que conecta a los trabajadores con una red “público-privada ” de intermediarios de empleo y con programas de desarrollo de capital humano (educación, formación y desarrollo profesional).
En los próximos artículos iremos explicando con más detalle qué están haciendo los servicios de Latinoamérica y el Caribe para avanzar en las diferentes fases y las oportunidades reales que esto supone para romper el ciclo de “amigos y familiares”.

Esta columna fue publicada originalmente en el blog Factor Trabajo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). @factortrabajo tomado de abc de Paraguay 

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