El norte bonaerense,
en jaque por las lluvias y el desborde de ríos
En Salto, hubo una crecida histórica de 9,5 metros, que dejó
2000 evacuados; Arrecifes también Rosario Marina
quedó annegada
La localidad de Rojas también fue afectada por la crecida de
los ríos y las intensas precipitaciones. Foto: Télam
LA PLATA.- Otra vez, la postal de la desesperación: calles
anegadas, vecinos sobre los techos de sus casas para escapar del agua y 2000
personas que debieron abandonar sus hogares.
Las inundaciones siguen azotando el norte de la provincia de
Buenos Aires. Salto, a unos 200 kilómetros de la Capital, es el municipio más
afectado, sobre todo porque, anteayer, el río del mismo nombre llegó a su
récord histórico de 9,50 metros.
Otras ciudades amenazadas por la virulencia del agua son
Arrecifes y Pergamino.
A esta situación, se le suma General Villegas, que tiene más
del 70% de sus hectáreas afectadas; sus habitantes temen que un terraplén se
rompa e inunde la ciudad.
En Salto comenzó a llover el fin de semana pasado y recién
paró en la tarde del martes. El miércoles y anteayer, el río empezó a subir sin
parar. "Tenemos 350 adultos y 200 menores evacuados. Además, hay más de
1500 autoevacuados", explicó a la nacion Osvaldo Lori, jefe del cuerpo de
bomberos de la localidad afectada.
"Hay gente que todavía no se fue de sus casas. A ellos
los estamos asistiendo con viandas, comida y agua. Están en los techos, pasaron
la noche ahí. Otros tienen 70 centímetros adentro y están resistiendo, arman
compuertas para que el agua no entre a la vivienda", agregó Lori. Estiman
que hay 4000 personas que no quieren abandonar sus hogares. Aunque no se prevén
nuevas lluvias para hoy y mañana, los bomberos saben que el río no baja.
"Hoy están afectado Salto y Arrecifes porque el agua de Salto va hacia
Arrecifes", dijo a LA NACION el subsecretario de infraestructura
hidráulica del Ministerio de Infraestructura bonaerense, Rodrigo Silvosa.
El pico del río había sido de 9,37 metros en la última
inundación de 2015. Y ahora llegó a 9,51 metros. Por eso ya la consideran una
inundación histórica: nunca el río había estado tan desbordado.
El agua que
sube no es sólo por las lluvias, sino que también recibe la descarga de las
inundaciones de Junín, Chacabuco, Carabelas y Rojas.
El intendente de Salto, Ricardo Alessandro, calificó la
situación como "gravísima" y explicó que el agua va de Colón a Rojas,
de esta localidad a Salto y de ahí a Arrecifes.
El fin de semana pasado llovieron 120 milímetros, y a pesar
de que los días siguientes no hubo precipitaciones, en la mañana de anteayer
Salto amaneció con la ruta cortada. "Mañana [por hoy] se cumplen cinco
días que no llueve, pero Salto sigue inundado por el agua que recibe de otros
municipios", dijo el jefe de bomberos.
La ruta 32, que conecta Salto con Pergamino, está cortada a
la altura del puente del Hotel Río. La 31, que comunica Salto con Arrecifes,
tampoco se puede transitar por el agua. "A pesar de que las lluvias
cesaron, el agua todavía no baja y deberemos esperar un poco más para que
escurra", indicó Alessandro.
"Salto y Junín tuvieron problemas más en los cascos
urbanos que en las zonas rurales", explicó a LA NACION el ministro de
Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquis.
En Arrecifes, hubo 500 personas entre evacuados y
autoevacuados. Ayer por la tarde los bomberos seguían sacando vecinos de las
zonas más afectadas. "El nivel de río está siete metros sobre el nivel
normal. Recibimos el agua de Rojas y Colón, y ellos tienen creciente",
dijo a LA NACION Fernando Ciongo, jefe de bomberos de esa localidad. "El
agua está ganando espacio, está subiendo, llegando a los barrios cerca del río
y rodeando el centro de la ciudad", agregó.
El sábado pasado, se registró la primera lluvia importante.
"Hicimos una evacuación preventiva en la zona de Los Quinchos, donde 24
horas después el agua llegó", explicó Ciongo. Después volvió a llover
copiosamente el domingo, con un registro de 80 milímetros, lo que hizo que se
acumularan 190 mm de modo parejo en la cuenca. Y allí se produjo el desborde.
No hubo complicaciones durante las evacuaciones. Habilitaron
tres gimnasios como centros de evacuación. La Secretaría de Acción Social
municipal asistió a los afectados con el suministro de comidas y atención
sanitaria. En tanto, el Club Náutico quedó bajo el agua.
Pergamino
Anteayer, el comité de emergencia de Pergamino dictó el cese
de la alerta, y todos los evacuados regresaron a sus hogares. El arroyo de
Pergamino bajó. Allí, la inundación no fue tan grave como en Salto. En la
Navidad del año pasado y en enero de este la ciudad fue azotada por otra
inundación.
Quince familias de los barrios Fernández y Güemes, los que
históricamente quedan bajo el agua, fueron evacuadas. Hubo colectivos
municipales para ir hasta los centros de evacuación, lo que provocó que más
familias se fueran por unos días de sus hogares. Sin embargo, explicaron los
vecinos, el temporal no fue tan intenso como el que provocó la inundación
anterior.
El mayor problema es el tránsito: están cortadas las rutas 7
y 32. Sobre todo, para el traslado de la cosecha. Los camiones que transportan
cereal no tienen por dónde salir. Ayer, sin embargo, ya se veían más
maquinarias que trabajaban en los campos. Los días de sol, saben todos, ayudan.
TOMADO DE LA NACION DE AR
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