miércoles, 30 de noviembre de 2011

EFECTOS DEL SOL SOBRE LA TIERRA en los proximos años

EFECTOS DEL SOL SOBRE LA TIERRA.
 Noviembre de 2011
La Dra. Blanca Mendoza Ortega investigadora  y su equipo del Instituto de Geofísica de la UNAM utilizan mediciones satelitales del polvo solar y el campo magnético del Sol para realizar un pronóstico del posible comportamiento de la radiación solar en los próximos 100 años
 Las variaciones en la radiación solar son un factor importante para el estudio del clima en la Tierra, especialmente en lo que se refiere al estudio del cambio climático, señaló Blanca Mendoza Ortega, investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM.
 La especialista en Física Solar señaló que, dado que el Sol constituye uno de los parámetros fundamentales que determinan el clima de nuestro planeta, los científicos se plantean que si su actividad entra en un estado de depresión de entre el 1 y el 2%, éste tendrá un impacto importante en la Tierra y su clima.
Hasta ahora, las mediciones muestran que durante los máximos de actividad solar se observa un aumento en la temperatura de la Tierra, especialmente en las regiones subtropicales. Como parte de los estudios para conocer cómo la actividad del Sol podría impactar la temperatura de la Tierra, Blanca Mendoza y otros especialistas trabajan en un pronóstico del posible comportamiento de la radiación solar en los próximos 100 años. 
"Nuestras predicciones indican que tendremos un nuevo mínimo de actividad solar, que le llamamos ‘del siglo XXI' y que tendrá su fase mas profunda en el año 2034", declaró.
La pregunta que surge, expresó, es qué impacto va a tener este nuevo mínimo de actividad y de radiación solar en la temperatura de la Tierra.
Lo que sí sabemos, advirtió, es que este nuevo mínimo solar no será suficiente para revertir el calentamiento de la Tierra, producido por la acción del ser humano.
El efecto del hombre seguirá siendo el factor determinante en el cambio acelerado de la temperatura de la Tierra, recalcó.
La investigadora recordó que antes de la era satelital, los cambios en la radiación solar y el efecto que tienen en la atmósfera eran difíciles de detectar, ahora, dijo, con el uso de instrumentos de medición en el espacio, las variaciones pueden estudiarse y comprender que la radiación del Sol no es constante, como antes se pensaba, sino que presenta ciclos.
Las primeras mediciones de la radiación solar se llevaron a cabo, apuntó, en 1978, con los satélites Nimbus7 y desde entonces los científicos han estudiado las longitudes de onda de la radiación que llega a la Tierra y las interacciones con los gases de la atmósfera de nuestro planeta, como el ozono, el vapor de agua y el CO2.
El Sol, señaló, presenta periodos de actividad máxima y mínima y durante esos lapsos, la radiación que nos llega varía más o menos según la longitud de onda de que se trate. Por ejemplo, la radiación de luz del espectro visible varía poco, pero en otras longitudes de onda muy energéticas, como el ultravioleta, la variabilidad llega a ser hasta del 100%. 
Blanca Mendoza explicó que las variaciones en la radiación solar se deben a varias causas, entre ellas a un cambio en el diámetro de la estrella. 
Como todas las estrellas de su tipo, el Sol evoluciona y cambia de tamaño, por ejemplo, hace cuatro mil millones (4x109) de años, el radio de nuestra estrella era más pequeño y su luminosidad era mayor, resaltó. En el futuro, dentro de millones de años, conforme el Sol evolucione para convertirse en una enana roja, va a aumentar su diámetro y su luminosidad con consecuencias catastróficas para el planeta Tierra. 
Hay otros cambios que suceden en el Sol en una escala de tiempo más corta, como cambios en la fotósfera, la superficie visible de la estrella. En la fotósfera, se pueden percibir manifestaciones de la actividad solar, como las manchas solares, que son las estructuras que se han observado por más largo tiempo, a simple vista, desde el planeta Tierra. La especialista advirtió que hay registros de observaciones de estás manchas desde hace unos 2200 años. 
También hay cambios en la distribución e intensidad del campo magnético emergente en la superficie del Sol que se manifiestan en cambios en las estructuras superficiales. Estos cambios en las estructuras magnéticas del Sol se presentan en escalas de tiempo que pueden ser incluso de minutos.
Gracias a los instrumentos, se han podido medir oscilaciones en el Sol que se presentan cada ciertos días, meses y años, como el ciclo de las manchas solares, que se presenta cada once años aproximadamente. 
Con la información de estas variaciones solares, especialmente el registro de los ciclos de las manchas solares, que es el más antiguo, reconstruimos lo que ha sido la radiación solar total hacia el pasado, antes de la era satelital, explicó la doctora en Física. 
La investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM expuso los resultados de los estudios sobre la interacción entre el Sol y la Tierra durante el Congreso Nacional de Investigación en Cambio Climático 2011. 
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM

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