jueves, 24 de enero de 2013

SALMÓN TRANSGENICO


EL SALMÓN TRANSGÉNICO, A PUNTO DE VER LA LUZ DESPUÉS DE 23 AÑOS DE EXÁMENES
  EEUU concluye que el primer animal modificado para consumo no daña la salud ni el entorno.
Gracias a la biotecnología, crece el doble de rápido que los ejemplares salvajes
 Por: Rafael Méndez
Un salmón transgénico, el más grande, junto a uno salvaje de su edad. / AFP
 El salmón transgénico que desde hace 23 años desarrolla una empresa estadounidense acaba de superar el penúltimo obstáculo antes de llegar a los platos. La Agencia de Alimentación de EEUU (FDA) ha concluido que este salmón, que crece el doble de rápido que el salvaje gracias a la ingeniería genética, no afecta al medio ambiente. La FDA ya dictó en 2010 que comerlo es seguro y ahora dice que aunque se escapara algún ejemplar de las piscifactorías, al estar esterilizados y en aguas cálidas, es “extremadamente remoto” que sobrevivan. Aunque no hay plazos para la aprobación, este era uno de los últimos escollos para el que sería el primer animal creado con ingeniería genética para consumo. Sí hay muchos animales modificados genéticamente para experimentación.
Después de décadas de consumo de cultivos transgénicos, los animales transgénicos para alimentación siguen atascados. La prueba es el salmón desarrollado por la empresa estadounidense Aquabounty en 1989. A este salmón se le han introducido dos modificaciones genéticas. La primera es un gen que regula la producción de la hormona del crecimiento de uno de sus primos, el salmón gigante (Oncorhynchus tshawytscha). Además, un “interruptor genético” le permite al salmón producir esta hormona durante todo el año, mientras que el salvaje tiene reprimida la producción durante los meses de invierno.
El resultado, según la empresa que lo produce, es que el salmón tarda 18 meses en alcanzar los 100 gramos, en vez de los 30 meses que tardan los salvajes.
Después de 15 años de papeleos en Estados Unidos, Aquabounty consiguió en 2010 que la FDA dijera que su consumo era seguro, porque la hormona es similar a la que tienen los salmones salvajes y que ya se consumen. “La FDA ha concluido que el consumo del salmón Aquadvantage es tan seguro como el salmón atlántico convencional”, afirma la agencia.
Entonces, surgió el principal escollo: el ambiental. ¿Qué ocurriría si uno de estos salmones se escapara de la piscifactoría? ¿Romperían el equilibrio ecológico al imponerse sobre sus primos no modificados genéticamente?
La FDA encargó entonces un análisis de impacto ambiental. Lo terminó el pasado 9 de mayo y, por razones poco claras pero que, según la prensa de EE UU, pueden tener que ver con la campaña de las presidenciales, se publicó el viernes. Ahora se abre un plazo de dos meses para alegaciones, en la que previsiblemente los ecologistas cargarán contra un pez que ya han bautizado como frankenfish.
En su informe, la FDA considera “extremadamente remoto” que algún ejemplar se pueda escapar de las instalaciones de Aquabounty de la Isla del Príncipe Edward (Canadá), en la que se producen los huevos, o en las granjas de Panamá, en las que son cultivados.
Además, en caso de que se produjera un escape, es igualmente “extremadamente remoto” que pudieran criar, migrar y colonizar el entorno, según la FDA. Alega que solo se crían hembras y que están esterilizadas, aunque la técnica no es fiable al 100%. El informe matiza que solo se pronuncia para este salmón y que no implica que se pueda extender a cualquier salmón transgénico producido en cualquier condición y en cualquier país.
Una portavoz de Aquabounty señaló ayer en un correo que el pez transgénico fue desarrollado incluso antes de que se comercializara la primera planta transgénica y que llevan 17 años de trámites solo en Estados Unidos. “Este es el pez más estudiado de la historia”, comentó por teléfono una persona próxima a la empresa.
“Estamos encantados de que el informe ambiental sea ya público para alegaciones. Esto supone un gran paso adelante hacia la comercialización”, señaló en un correo el consejero delegado de la empresa, Ronald L. Stotish. Como la compañía cotiza en Londres, el viernes no dio tiempo a ver la evolución de las acciones. La compañía asegura que no puede dar un plazo para la probación, pues ahora hay 60 días para alegaciones al informe de la FDA. En Europa no hay solicitada la aprobación, según la firma.
El salmón no solo es apreciado por su sabor y textura, sino que en los últimos años aumenta la demanda por las propiedades cardiosaludables de sus grasas. El 69% del salmón que se consume ya procede de piscifactorías.
La FDA destaca que hay vectores en todo el mundo a favor de la acuicultura y de la biotecnología, ya que la FAO estima que en 2030 la producción de pescado debería aumentar en 28,8 millones de toneladas de pescado solo para mantener el actual consumo por habitante. Y eso con buena parte de los caladeros sobreexplotados. Además del salmón hay más investigación en animales transgénicos, con usos principalmente farmacológicos. En 2006, la Agencia Europea del Medicamento aprobó el primer fármaco obtenido a partir de la leche de una cabra transgénica. El producto, antitrombina-alfa, es un anticoagulante y fue aprobado para su uso en enfermos con deficiencia de antitrombina congénita antes de someterse a una operación.
Fuente: EL PAIS (España), sugerido  en pregón agropecuario de ar

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