viernes, 30 de agosto de 2013

EDUCACIÓN SEXUAL EN PARAGUAY

El sexo prohibido
 Que vivimos en un país oscurantista con ciertos periodos de iluminación no hay dudas. Paraguay se sigue enfrentando a distintos modelos de visión para la convivencia de su presente. Ciertas cosas alarman y otras, parecen tan normales, tan habituales que aterrorizan.
 / Eduardo Quintana, ABC Color
 Días atrás, el Fondo de Población de las Naciones Unidas alertó sobre el alto número de embarazos adolescentes en el mundo. En Paraguay, la cifra también es alta, cada año, el número de niñas y jóvenes de hasta 19 años con embarazos no deseados alcanzan la cifra de 20.000 en los 17 departamentos y la capital, esto de los registros oficiales. No se sabe realmente cuál es el número exacto, ya que hay cientos de casos que no se reportan.
De ese número, las niñas embarazadas de 10 a 14 años llegan a 600 anualmente. A esto hay que sumarle el riesgo mayor que subsiste mientras la mujer sea menor.
Estas cifras deben alertarnos del porqué la información debería preocuparnos. Durante las VII Jornadas de Jóvenes Investigadores de la Universidad Nacional de Asunción, que se llevó a cabo la semana pasada, una estudiante de la Facultad de Economía había presentado un proyecto para que las madres solteras de la localidad de Antequera puedan contar con un trabajo seguro, mediante la instalación de una guardería y puesto de ventas de productos artesanales.
La mayor parte de las mujeres son madres solteras y a la vez, menores de edad. Chicas que dejaron el colegio ni tienen posibilidad de estudiar después en alguna universidad. El pueblo es pequeño, de apenas 3.700 habitantes y con la pesca como casi única actividad económica. ¿Y la educación sexual? Como siempre, apartada.
Ante los datos de la ONU, la Federación de Asociaciones por la Vida y la Familia, Fedavifa, de corte cristiano fundamentalista, no tuvo otra idea que señalar ante distintos medios de comunicación que el uso de preservativos no es lo adecuado, sino que las niñas deben tener los hijos. "Es preferible que una niña quede embarazada a que sea instruida para utilizar métodos
anticonceptivos", dijo Néstar Stark, presidenta de la organización ultracatólica.
Quizás los católicos necesiten más fieles, pero, ¿a costa de violar los derechos individuales? ¿A costa de crear y mantener tanto la pobreza como la miseria, además de la postergación?
La educación sexual es un gran escudo en contra de las enfermedades sexuales y los embarazos no deseados, pero los fundamentalistas se oponen a la ciencia, porque su religión no les permite a comportarse como humanos, animales de la especie homo sapiens que tienen necesidades fisiológicas y pueden disfrutar del sexo, de manera abierta, libre y responsable.
Con la influencia política de gente como la que está en Fedavifa este país sigue atrasado en mucho sentido, las mujeres siguen siendo discriminadas y la educación sexual no es laica ni científica, sino religiosa y pseudocientífica, y por lo tanto, peligrosa. Esta gente salida de la Edad Media no puede quedar impune socialmente. Su responsabilidad para difundir desinformación y miedo es altísima.
La ignorancia es un deporte nacional que sigue teniendo miles de seguidores. Gracias a esto, el subdesarrollo mental sigue permeando la sociedad paraguaya. Hay que romper el vicio de amar la moral tradicional autoritaria y antihumana. Paraguay es cada vez más diverso y necesita tomar la senda del progreso y desarrollo, que sea incluyente y tire para adelante. Los grupos fundamentalistas prefieren la sumisión, el machismo, la misoginia y el atraso, pero no todos están con ellos. Y eso al menos, es alentador.

TOMADO DE ABC DE PARAGUAY 

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